Según la Real Academia Española la antropología es “el estudio de la realidad humana”. ¿Y hasta dónde puede llegar? Hasta donde queramos.

Hallazgos como la existencia del lince ibérico en la Sierra de Alcubierre, como nos contó Constantino Escuer; el estudio de las costumbres o el descubrimiento de alguna peculiaridad genética, son algunos ejemplos de hasta dónde abarca la antropología.

Hemos querido recopilar algunas curiosidades  que hemos encontrado en el Instituto Aragonés de Antropología y en la Gran Enciclopedia Aragonesa.

¿Qué llevaban en la cabeza antiguamente los aragoneses?

El cachirulo, por supuesto. Pero también algo más: llevaban un sombrero encima del pañuelo. Gracias al estudio realizado por Fernando Maneros hemos sabido que los aragoneses llevaban un sombrero no sólo para ir de fiesta sino que también lo utilizaban en sus labores diarias. Además de este sombrero, en ocasiones, se utilizaba lo que se llamaba gorra llarga.   Los sombreros iban cambiando en función de las modas, y se utilizaron entre finales del siglo XVIII y comienzos del XX. ¿Y dónde los compraban? Según este estudio, en bastantes localidades aragonesas se fabricaron sombreros. De hecho, los sombrereros eran lo suficientemente numerosos como para agruparse en un gremio.

Pero como hemos dicho, no sólo se pueden descubrir curiosidades sobre la forma de vivir. También la antropología permite estudiar el ADN. Esta rama se conoce como antropología genética.

Según un estudio realizado por J.L. Nieto y E.Simón, el grupo sanguíneo 0 tiene una gran presencia en el territorio aragonés, con frecuencias al norte del Ebro superiores al 48%. Estos porcentajes del grupo 0 descienden progresivamente en dirección norte-sur, con máximos en Jacetania, Sobrarbe y Ribagorza y mínimos en las sierras sudorientales de Teruel. Pero lo que más caracteriza a la población aragonesa es la baja incidencia del grupo B (6,61%).El grupo A se encuentra en el 40% de los aragoneses.

El factor Rh, un marcador antropológico muy popular, destaca en Aragón tanto por el elevado número de individuos Rh negativos (19,4%), como por la elevada incidencia de grupos negativos detectada en la población de los Monegros (23,6%), Jacetania (22,3%) y en la del somontano del Moncayo (22,8%) con valores que sorprenden porque igualan e incluso superan a los de muchas poblaciones vascas no cerradas y que, sin duda, contribuyen a configurar al valle del Ebro como una gran unidad antropológica.

¿Y por qué no hablar de brujería?

Hoy en día nos parecen cuentos pero antiguamente se creía en la brujería hasta el punto de realizar “ritos” para luchar contra ella. Según un estudio de Claude Gaignebet el día de los inocentes (28 de diciembre) se hacía una misa al revés para luchar contra las fuerzas oscuras. También existían santos a los que se evocaba cuando se creía que el mal estaba presente, estos eran: San Antonio de Abad, San Sebastián y San Fabián el Papa.

Como vemos, la realidad humana es muy amplia y se pueden encontrar miles de curiosidades. Hemos contado las que más nos han llamado la atención.

¿Conoces alguna más? ¡Cuéntanoslo!

Fuente dibujo aragonés: Instituto Aragonés de Antropología