Ángel Longás se ha dedicado siempre a la docencia y a pesar de estar jubilado nunca se ha desligado de este ámbito, por ello imparte talleres de escritura para jóvenes y adultos.

¿Por qué decidiste comenzar con esta iniciativa?

Había estado 35 años en la enseñanza y cuando me prejubilé no me quise desligar de la enseñanza y por eso con los de segundo de Bachillerato empecé a hacer un taller de escritura en el que publicamos todos los años un libro. Llevo siete años haciendo este taller.

¿En qué consiste este taller?

Al principio hacíamos  un libro de relatos individuales pero los cinco últimos años lo que hacen es escribir una novela entre todos, escrita por varias manos. Es una novela express porque la tenemos que hacer en lo que dura el curso y sale adelante porque tiro mucho del carro.

¿Y el libro se vende?

Hacemos como una preventa y según esa preventa encargamos el número de ejemplares que queremos. Vamos, más o menos, sobre seguro. Hacemos un preventa que es más o menos, la estructura del crowdfunding. El dinero es para pagar los gastos, a veces tiene que poner algo de dinero el instituto, pero no mucho.

¿Y la temática es libre?

Los dos primeras años hicieron relatos personales pero ahora les dirijo yo porque eso de temática libre es muy suelto y es muy peligroso, puede ser una locura. Yo creo que es una manera de sentirse arropado y empezar un poco a escribir y de ser un poco más rigurosos para criticarnos, no para enfrentarse al otro. No basta con que hagas una numeración de cosas sino que hay que darle estética, hay que darle gusto.

¿Y sólo impartes este taller en el instituto?

No, este taller de escritura lo hice también en Perdiguera con adultos. Hicimos un libro que tuvo un éxito rotundo. El día de la presentación el salón estaba completamente lleno, ese día se vendieron unos 160 libros. En concreto, este sábado vamos a tener una actividad en Perdiguera que va a ser un encuentro literario de los que hayan leído podrán hablar con los autores y se hará una tertulia literaria. El libro se llama “Carretera sin manta”. Además el 7 de noviembre empecé el mismo taller en Casetas.

¿Sueles tener gente que se implica?

Depende de los talleristas, de su manera de trabajar… pero al final siempre conseguimos sacar la novela.