Miguel Nonay es viajero por naturaleza y ha conseguido que su pasión se convierta en su trabajo. A través de A salto de mata, su blog, cuenta cómo realiza viajes y la forma peculiar de hacerlos sentado en su silla de ruedas. Además a través de su empresa, Viajeros sin límite, trabaja para favorecer el desarrollo del turismo inclusivo.

Félix Martinez nos recomendó entrevistar a Miguel Nonay porque suele leer el blog de Miguel y le gusta mucho cómo cuenta lo que vive en sus viajes.

¿Cómo conseguiste que tu pasión se convirtiera en tu trabajo?

Rompiendo tópicos. Es verdad que en Social Media los expertos dicen que tiene que haber una planificación, y no lo dudo, pero en mi caso no ha sido así. Ahora sí que tengo que planificar porque tengo viajes fuera de España hasta septiembre y no me queda otra, pero no fue algo planificado.

¿Cómo comenzó esta aventura?

En marzo de 2009 yo ya viajaba. Descubrí el mundo de los blogs a través de Heraldo.es porque entrevistaban a Inés, la autora del blog Mis viajes por ahí. Me pareció que molaba mucho lo de estar en muchos países pero también molaba mucho poderlo contar. Primero tuve que enterarme de qué era un blog porque aunque manejaba internet, no lo sabía. Una vez que me enteré, busqué entornos de blog en español y encontré Blogger y ahí me hice un blog. Miré otros, vi como se hacía, metí muchas veces la pata hasta que al final acerté y empecé a contar cosas. Pensaba que mis viajes tenían que molar porque no todos los días se va un cojo hasta Argentina o sube a ver unas cataratas y estas cosas, pero me pregunté: “¿cómo se entera la gente de que existo?”.

¿Y cómo lo hiciste?

Me puse a visitar otros blogs de viajes y comentaba aquellos que me parecían interesantes y de paso les invitaba a que conocieran mi blog. Ahí empecé a tener seguidores y a partir de ahí empecé a tener notoriedad entre la poca gente que me seguía. Nos plantamos en finales de octubre de 2009 y una agencia de comunicación me invitó a un acto de bloggers en Madrid. Para ir a Madrid pensaba ir en el AVE con mi scooter eléctrico porque sabía que por dimensiones cabía. Entonces llevaba aparatos ortopédicos y el scooter podía dejarlo fuera y entrar con los bastones. Me llevo la sorpresa de que nos dice el servicio de Atendo de Renfe, que es el que nos sube a los vagones adaptados, que no puedo viajar a Madrid con el scooter. Decidí hacer un post, como muy positivo, en el que contaba que estaba encantado porque me habían invitado a Madrid y que a Madrid iba a ir pero que no veía normal que en un país como España, que entonces quería ser la punta de la flecha, esto pasara. La  gente que me seguía me pedía permiso para copiarme en sus blogs. Fue todo muy fresco, y en menos de 24 h me llamó el gerente del servicio de Atendo y me dijo que se habían enterado del problema y que no me preocupara, que había sido un error y que yo iba a viajar con ellos. Y le dije “ya que hemos montado lo que hemos montado, esto no se hace para que aquí el niño caprichoso se vaya con su scooter a Madrid. Aquí vamos a dar un paso más”. Le pedí que se comprometiera a que, salvo algún error, esto no volviera a ocurrir. Ellos se comprometieron y como no me fie, escribí al Defensor del Pueblo. El Defensor les exigió que pusieran fecha para activar los protocolos y que eso no volviera a pasar. Entonces crearon un teléfono, no un 900 sino un 91, que sigue existiendo, y al que llamas para avisar cuando tienes una silla de ruedas más ancha de lo normal o algo así. Hay modelos de AVE en los que no cabe el scooter porque no hay hueco entonces informando antes se evita que alguien se quede sin viajar.

¿Y a partir de ahí?

La gente me animó a hacer algo más y entonces empezó a fraguarse la idea de Viajeros sin límite. Empezó de una forma más impersonal, quizá por error, que lo que era A salto de mata. Poco a poco vi viendo que se podía hacer algo pero se tenía que dar una vuelta a viajeros. Entonces a viajeros lo convertí en un entorno virtual de turismo inclusivo. Yo conocía un poco el turismo accesible y hombre, ir a hoteles a los que para ir al ascensor tienes que subir tres escalones, no me parecía muy accesible. Lo que quería era romper esquemas. Parece que empezó a gustar y a partir de ahí me empezaron a llamar destinos para enseñarme lo que tenían. Yo les decía que no tenía por costumbre escribir sobre lo que está mal, prefiero decirles a los que lo tienen mal cómo lo podrían arreglar, siempre voy en plan positivo. Ahí se empezó a fraguar los entornos no limit, que son los entornos amigables para todos. Yo entiendo que el turismo inclusivo requiere colaboración y que además, entre otras cosas, requiere que, en la manera de lo posible, todos entremos por la misma puerta, todos vayamos a los mismo baños… Esto ayuda a la inclusión social.

¿Qué es Viajeros sin límite?

Además de ser un canal de televisión por internet, es un lugar en el que hacemos exploración y consultoría. Vamos a lugares y los capacitamos. No es para realizar viajes para 40 personas en silla de ruedas sino viajes en los que si hay alguien en silla de ruedas, pueda ir a los sitios sin problema. Hemos trabajado en Argentina en Andorra. Este año iremos a Marruecos, a República Dominicana, a Costa Rica y a Sri Lanka. El trabajo que hacemos es, por un lado, el de consultoría de accesibilidad y por otro lado, de difusión. Somos los parlantes de los destinos. También hacemos lo que llamamos experience trip, que consiste es subir a los participantes a sillas de ruedas para que recorran los lugares accesibles de un destino que previamente hemos capacitado. Es muy bonito porque conseguimos por un lado difundir la accesibilidad del destino y además es muy potente que alguien que no está acostumbrado a ir en silla de ruedas pueda recorrer el destino. Conseguimos que transmita el mensaje de que la ciudad es realmente accesible y además conseguimos que la gente empatice.

Miguel Nonay – http://www.asaltodemata.com@asaltodemata