Luis García es diseñador gráfico y uno de los miembros de Undoestudio, actividad que compagina con la docencia.
Ángel Morollón en su entrevista nos recomendó hablar con Luis por su arte expresado a través del diseño.

¿A qué se dedica un estudio de diseño?

Nosotros somos multidisciplinares y abarcamos muchas cosas a la vez, somos tres socios, tres perfiles muy diferentes y nos atrevemos con todo, desde campañas de comunicación básicas a montar cualquier tipo de evento.
Por ejemplo, con Ángel coincidimos en la escuela, pero empezamos a tener más relación por la papiroflexia y las posibilidades de montar el museo. Y vio que éramos un poco diferentes como estudio. Yo vengo del arte urbano. Y también organizamos el Festival Asalto. Intentamos ir un poquito más allá del diseño como tal aplicado.

¿Cómo comenzó tu interés por el diseño?

Yo empecé derecho. Pero siempre he estado involucrado en el mundo de la música zaragozana, sobre todo del rock alternativo. Sin darme cuenta. Siempre me gustaba diseñar los carteles, la carátula de los discos, trabajar un poco la imagen. Aquí en Zaragoza no existía diseño gráfico como carrera, así que empecé derecho. Estuve preparándome para ir a Barcelona, y justo salió aquí la formación, así que me animé, hice la prueba y la saque, aunque mi intención era irme a Barcelona a estudiar y trabajar. Me di cuenta que lo que hacía y me gustaba era diseño gráfico, en derecho lo que hacía era pintar aunque iba aprobando. No me veía en un despacho como abogado. Le puse nombre, era diseño gráfico.
Me interesaba mucho la composición tipográfica, como se componían los textos, las jerarquías. Por esas fechas coincidió que un amigo se fue a estudiar un master a Madrid y al finalizar te regalaban un Mac y con él empecé a hacer cosas sin saber lo que era. Como siempre he estado más metido en el ámbito cultural conocí a otra gente que había estudiado el bachillerato artístico.

¿Cómo comenzó tu carrera de diseñador?

Como empecé la formación con cierta edad, compaginé los estudios con otros estudios de diseño. Tuve la suerte de entrar en un estudio de otro compañero y empezamos con Zaragoza Cultural. Era una época de mucho trabajo y surgió el Festival de Arte Contemporáneo, de aquí salieron ramificaciones y todas necesitaban aplicaciones gráficas. Empezaron a darme trabajo fuera del estudio.
Coincidí con mi pareja, que también es mi socia, estudiando y con mi otro socio que es diseñador de producto. Vimos que había mucho trabajo como para montar una empresa, hasta entonces trabajábamos como freelance y así montamos el estudio en el año 2005.
Gracias a ir pasando por estos estudios tuvimos contacto con instituciones y estuvimos el primer año prácticamente trabajando para el Ayuntamiento de Zaragoza. Nos sirvió para ver lo que era y coger ritmos de trabajo, ver lo que era pelear por un diseño. A partir de aquí empezamos a buscar nuestros clientes, y nos dedicamos más al formato expositivo y de eventos.

¿Qué tiene de especial el diseño?

Para mí el diseño es la racionalización de lo estético. Soy de la escuela del menos es más. Si algo funciona con una palabra, ¿para qué más? Es la funcionalidad altamente ligada con la estética. Como buen diseñador, para mí todo es diseño, todo ha sido diseñado o pensado.
Lo veo una inversión y no un gasto. Y esta crisis lo ha democratizado más, nos ha obligado a bajar muchos precios.

¿Cuál es vuestro público objetivo?

Gente con muchas ganas que empieza un proyecto y que confía en el diseñador. Porque realmente no son conscientes que te dejan en tus manos una empresa. Cuando vienen diciendo ‘Voy a montar algo y quiero que tú me hagas la imagen y la presentación’, nos gusta mucho. Te da un trabajo bonito que le tienes cariño y ves cómo crece. También somos mucho de autoencargo, montamos una película y si se vende bien y si no a otra cosa.

Y en las exposiciones ¿de qué os ocupáis?

Hacíamos todas las fases: conceptualización, comisariado, diseño expositivo, diseño gráfico y el diseño del mobiliario caso que fuera necesario. Hacer exposiciones era sobre todo era con las instituciones.
En la Diputación, en Cuarto Espacio nos dijeron que montáramos una exposición de lo que quisiéramos y decidimos hacer una exposición de jóvenes creativos en Zaragoza. La idea era gente que acababa de salir de la escuela y mostraba su portfolio, para ello diseñamos unas carpetas enormes de madera que se abrían y dentro había trabajos. Y desde la idea hasta el folleto, pero todo en exposiciones culturales.

¿Cuál es vuestra metodología de trabajo?

La metodología en diseño siempre es la misma, pero la afrontamos de forma diferente porque aportamos las tres visiones de los socios, y lo ponemos en común y luego cada uno se ocupa de los suyo.

¿Qué es lo más curioso que te han encargado?

Un carrito de postre para un bar, una bici que es una imprenta portatil para la imprenta Calotipo, una Vespa para un reparto de una empresa de cosmética. El diseño puede ser más o menos raro pero la aplicación será siempre similar, un cartel, un folleto,…..

¿Cómo es el paso de la afición a tu trabajo?

Al principio de primeras no eres nadie y pasa la afición a rentabilizarse. Miras para atrás y te lo planteas. Pero yo estoy retomando el autoencargo y diseñar un poco más para mí. Y como dicen que siempre hay que tener un amante y en este caso mi amante es la música. Toco y compongo la guitarra y el bajo. Ahora estoy pensando en un proyecto de diseño enfocado a la música, pero esto a nivel personal.
Empecé con tres amigos a tocar y formamos un grupo, he estado muy vinculado y llegué a estar en un grupo bastante potente aquí en Zaragoza. Lo dejé durante muchos años, pero cuando lo del diseño se empezó a oxidar retomé de nuevo la música. Pero es complicado sacar tiempo.

Luis García Undoestudio