Muchas empresas todavía se hacen la pregunta de si deben estar o no en redes sociales. Nos encontramos con muchas empresas que no es que se estén planteando estar en redes sociales sino que no cuentan con una página web actualizada, y en algunos casos, no cuentan ni con página web. Pero, ¿es esa la cuestión? ¿Todavía hay que preguntarse si se debe o no estar en redes sociales?

Según el informe sobre el estado del Social Media en 2012 realizado por la consultora internacional Nielsen, casi 8 de cada 10 internautas de entre 18 y 55 años utilizan redes sociales. Teniendo en cuenta que sólo en España el 55 % de la población es internauta, está claro que esa ya no tendría que ser la cuestión. La pregunta que se deben realizar las empresas es ¿en qué redes sociales voy a estar y para qué?

Para ello hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales:

1. En qué red social está mi público

No vale con estar en cualquier red social, hay que analizar si mis clientes, tanto reales como potenciales, son usuarios activos de ellas. Además hay que tener en cuenta que la evolución de las redes sociales es incesante. Nadie se imaginaba hace unos años que la tercera edad sería usuaria de Facebook, pero sí lo es. Según un estudio realizado por el centro de investigación Pew, Facebook crece entre la tercera edad y disminuye el número de usuarios jóvenes.

2.Para qué quiero estar en redes sociales

Es fundamental tener un objetivo. Hay que plantearse si la presencia en redes sociales tiene como finalidad tener un nuevo canal de venta, o un canal de atención al cliente, o convertirse en una fuente de información… Estar por estar no tiene sentido.

3.Quién va a gestionar las redes sociales

Aquí la respuesta es muy sencilla: un profesional de la comunicación. La reputación de las empresas es fundamental, sin reputación no somos nada. Internet es una ventana al exterior y por ello hay que ser muy cuidadosos con lo que contamos y cómo lo contamos, por ello es clave que la persona que esté gestionando esta “ventana” conozca su funcionamiento y sepa cómo reaccionar en cada momento.

Una vez planteadas estas cuestiones fundamentales hay que elaborar una estrategia. En las redes sociales hay que ser constantes, no basta con publicar cuando me apetece o cuando me viene bien, y tampoco basta con publicar lo que me apetece en cada momento. Tiene que haber una línea argumental que vaya en consonancia con la cultura empresarial. Y como toda estrategia, debe ser medida. Cada una de las acciones debe ser medida para saber si el resultado es el esperado y si no, hay que cambiar de estrategia. No pasa nada si te equivocas pero sí que pasa si te equivocas y no lo remedias.