Entrevista a Natalio Bayo

Gonzalo Borrás en su entrevista nos recomendó hablar con Natalio por su arte en la pintura y el grabado.

“Mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucha dedicación, un poco de talento y un poco de suerte”. Así define claramente su vida en el mundo del arte. Natalio Bayo, uno de nuestros pintores aragoneses de más trayectoria y con mayor reconocimiento muestra con pasión y entusiasmo su obra. Mientras, comparte conversación y pensamientos desde la atalaya de su estudio de pintor, un amplio ático lleno de luz, tranquilidad, libros, lienzos, pinceles, pinturas y nuevos proyectos.

A sus 70 años, “no paro”, dice, mientras muestra cuatro lienzos a medias y un grabado casi terminado. “Sigo pintando sigo dibujando, como me canso de una cosa, voy a otra”, dice. ¿Por qué la pintura?, se pregunta. “Muchas veces lo he pensado”. Quizás, recuerda, “porque cuando tuve cinco o seis años y fui al colegio por primera vez, un cura me preguntó, tú chaval, ¿qué sabes hacer?, y yo –ingenuo de mi- le dije: pues dibujar”.

Cuando era pequeño, cuenta, era tímido, pintar le absorbía y hasta dejaba de jugar para pintar, para leer y ver pintura en los libros. Con 16 años comenzó a trabajar en un taller de orfebrería. Dos años después, su maestro le dijo “chaval, ya no te puedo enseñar más” y se fue a estudiar a la Escuela de Artes y Oficios. Fue discípulo del pintor aragonés Alejandro Cañada. Más tarde comenzó su aventura laboral en el mundo del diseño y la ilustración.

Ahora, en su estudio, ultima una plancha de cobre para una serie de grabados y enseña con humor el secreto que esconde en un gran libro, cuidadosamente encuadernado: “San Jorge, un santo legendario”, editado por Liber, con textos de Stefano María Cingoliani y Mauro Armiño acompañando a su grabados.

Dice Natalio Bayo que es “una especie a extinguir”. Más de 50 años dedicado al mundo del arte. Pintor-grabador, ceramista, ilustrador y con la gran suerte de poder “hacer siempre lo que quiero hacer”

¿Qué hay que ser para ser pintor?

Lo más importante es ser honesto consigo mismo. Durante años he ido contracorriente en lo que es la pintura. En un momento determinado se ha valorado mucho la pintura abstracta frente a la figurativa. Pero yo siempre he sentido que lo que tenía que hacer, lo que a mí me gustaba y me atraía, era la pintura figurativa. Y lo que es verdad es que si a lo largo del tiempo uno va haciendo lo que le gusta, consigue ser reconocido y valorado por su propio estilo y por no dejarse dominar por las modas.

Esfuerzo, talento, creatividad…¿De qué depende?

Parece que hoy no se enseña lo que podríamos llamar formación “académica”. Y esto no debe ser así porque para hacer lo que uno quiere hacer tiene que aprender primero lo que es la técnica pictórica para luego olvidarse de ella. Pero tienes que dominarla muy bien. Luego está el talento y la creatividad. Pero antes es necesaria una formación cultural y mental importante.

¿Cuál es el secreto del talento?

El único secreto es el trabajo. Todos los grandes pintores han sido grandes trabajadores. De hecho todos los grandes pintores tienen una obra torrencial. Con esfuerzo y dedicación. Es la única manera.

¿Se aprende haciendo?

Por supuesto. En este último trabajo que estoy realizando de grabados con mucho esfuerzo, igual hay alguna plancha que no me gusta como ha quedado y la he retirado. Pero eso solo lo sé yo. Y la cantidad de cuadros que destruyo porque no veo el camino. No vale cualquier cosa. Hay que ser exigente con uno mismo, con su obra.

¿Pinta para sí mismo o para su público?

Da la casualidad de que lo que yo hago gusta al público. Pero tienes que hacer lo que tú quieres hacer. Si eso tiene buena respuesta, pues fenomenal. Pero, ¡quién sabe lo que le va a gustar al público!.
Lo que está claro es que la respuesta del público es fundamental en la vida de un pintor. Para pintar bien hay que pintar mucho y para pintar mucho tienes que vender, si no llega la frustración.

“Soy una especie a extinguir, más de 50 años dedicado al mundo del arte con la gran suerte de poder hacer siempre lo que quiero hacer”

 

¿Guarda algún cuadro que no quiera vender?

Si. Un San Jorge que tengo en la entrada de mi estudio, algún otro. Unas 20 o 30 obras.

El año pasado recibió el premio Aragón Goya…

No deja de ser un reconocimiento. Por supuesto que tiene su importancia. Pero, para mí, poder seguir trabajando día a día en lo mío es la mejor recompensa. ¡Y que dure!.

Aunque no ha sido su primer reconocimiento…

No. Pero, mi mayor premio, mi mejor reconocimiento es que mi profesión coincida con mi vocación y que pueda vivir de ella. Vivo bien haciendo lo que a mí más me gusta. Esto es un privilegio. No se puede pedir más

¿Qué pintor le gusta a un pintor?

Para juzgar la obra de un pintor o de un artista hay que verla al natural. Cuando ves una obra al natural, te quedas alucinado! La primera vez que fui a Barcelona fui a ver el museo de Arte Moderno, tendría unos 16 años. Fui a ver tres cuadros y se me quedaron grabados para siempre. La Vicaria de Fortuny un dibujo de Dalí y un Monet. Me gustan muchos pintores. Hay pintores que son extraordinarios. Rembrandt es un extraordinario grabador, por ejemplo.

Cuando te gusta la pintura y has tenido oportunidad de verla al natural entonces ves verdaderamente cómo es el pintor. Hay una muy mala costumbre de gente que va a los museos y quiere ver todo el museo del Prado en una mañana. Eso es imposible. Se ven media docena de cuadros como mucho. Incluso uno solo. Así se vive la pintura. Reconozco que soy un apasionado de la pintura, que la pintura ha sido siempre mi verdadera pasión.

¿De qué color pintaría la actualidad?

En este momento me encuentro haciendo unas ilustraciones de la danza macabra, de la danza de la muerte de Holbein, un pintor y grabador alemán del siglo XVI en la que encuentro un gran paralelismo con la sociedad actual. De hecho hay personajes que siguen siendo validos, vigentes en la actualidad, aunque también incorporaría otros nuevos. La sociedad actual está pidiendo un cambio a nivel mundial. No hay duda. Y hay cosas que son imparables.

¿Negro, entonces?

No. No. Soy un hombre afortunado porque estoy viviendo en mi tierra y de mi trabajo. No pretendo grandes cosas. Pero soy perfectamente consciente de la situación que es lamentable. Es lamentable que nuestros políticos no sean conscientes de que la situación del país es complicada y difícil. Hay que cambiar muchas cosas al respecto. Pero hay una cosa que para mí es fundamental, que es la cultura a todos los niveles. Y ahora no interesa la cultura.

¿Por qué cree que se desprecia la cultura?

Cuando una persona está formada y tiene cultura tiene también un criterio propio y eso me parece que no interesa.

¿Cómo está la cultura en Aragón hoy?

La sociedad en un momento determinado, igual que sucede en la danza macabra del siglo XVI pide un cambio. En aquella época por la religión, por los movimientos de la reforma y ahora, aunque desde luego no es la misma situación, la sociedad pide un cambio.

¿Hay nuevos artistas jóvenes?. Destacan nuevos movimientos culturales en Aragón?

Si, claro. Lo que pasa que se necesita mucho esfuerzo y mucha dedicación y hoy el esfuerzo no se valora. De hecho hay gente joven que tiene mucho interés, pero lo que es importante es dedicarse plenamente a lo que uno quiere hacer. Y eso tiene sus consecuencias. Y es que no es nada fácil.

¿Las nuevas tecnologías pueden ayudar?

Yo sé que soy uno de los últimos grabadores, entendiendo como grabador el que emplea las técnicas clásicas, tradicionales. Esto requiere mucho esfuerzo. Muchísimo trabajo. Es necesaria muchísima experiencia. Para hacer un grabado como los que estoy haciendo ahora utilizo las mismas técnicas que Goya, que Rembrandt, que Picasso. Prácticamente este trabajo está desapareciendo, ya no hay casi grabadores.
Las nuevas tecnologías facilitan el trabajo. Hacen un producto más fácil. Pero ya no es lo mismo. Pierde su valor como obra de arte.
La gente joven, a lo mejor, va hacia el lado más práctico del arte, al que no requiere tanto esfuerzo. Y eso que esto último es lo más valorado. Son cosas diferentes.
Igual es que estoy yo fuera de onda. Aunque desde luego esto es lo que yo quiero hacer.

Hablamos de pintura y siempre se nombra a Goya. ¿Lo valoramos cómo se merece?

Goya es el principal atractivo que tiene Aragón. De hecho, después del Museo del Prado en Aragón es donde más “Goyas” hay. Hasta ahora ha habido intentos pero nunca han llegado a buen término. No sé por qué.

¿Apostamos por un museo de Goya?

Debería haber un museo dedicado a Goya desde hace muchos años aquí. Pero, si hay tres o cuatro o cinco entidades que lo pueden hacer y no se ponen de acuerdo, por lo que sea…Pues, no sé. Ahora parece que se va a volver a intentar. Ojalá. Aragón es una tierra de pintores, de talento. Podríamos ser referente mundial en arte y no estamos aprovechado ese potencial.

¿Debe cambiar la política cultural?

Es necesario un apoyo decidido a la educación y la cultura y al arte. Es necesario educar para que la sociedad pueda tener espíritu crítico. La base de todo. La sociedad no progresará sin educación ni cultura.

¿Cómo se guía el interés por la cultura?

No es fácil. O te gusta o no te gusta. A todos los chicos les gusta. Cogen los pinceles y dibujan y pintan. Hay que incentivar. A todos los chiquillos les gusta pintar. Les encanta!! Aunque reconozco que es difícil saber encauzarlo. Las influencias pueden ser positivas o negativas. Pero la elección siempre es personal.

¿Quién compra cuadros hoy en día?

Hay mucha gente interesada. Por supuesto que sí. Hay personas interesadísimas en el arte. El otro día una pareja joven que él quería regalarle a ella un cuadro por su boda, una enfermera que quiso que le firmará un libro de grabados… Afortunadamente hay gusto. Hay interés.

 

Natalio Bayo http://www.nataliobayo.com/