Las empresas deben tener una estrategia. La estrategia se marca desde un inicio pero no es algo que no se pueda cambiar sino que lo correcto es adaptarla a las circunstancias y, si es necesario, se debe cambiar por completo.

Para realizar una estrategia empresarial es vital responder a las siguientes preguntas:

–          ¿Qué vamos a hacer?

–          ¿Cuándo lo vamos a hacer?

–          ¿A quién nos dirigimos?

–          ¿Qué recursos vamos a necesitar?

–          ¿Se puede medir?

Si conseguimos que cada una de las preguntas tenga una respuesta que tenga  coherencia con el resto de cuestiones tendremos una estrategia creada. La pregunta “¿qué vamos a hacer?” responde a los objetivos de la empresa. Los objetivos pueden ser variados y, por supuesto, deben tener en cuenta al público al que nos dirigimos . Los objetivos deben estar relacionados con los recursos con los que cuenta la empresa. Muchas empresas fallan en su estrategia porque establecen objetivos que no son alcanzables. Es muy importante calendarizar las acciones principales aunque después podamos ir añadiendo aquellas que surjan en función de las circunstancias. La clave está en que las acciones se puedan medir, y no hablamos de una medición anual sino de una medición constante. Así podremos reestructurar la estrategia a tiempo.

Hay muchas técnicas para establecer la estrategia, ya hemos visto el ejemplo de The Hero Plan, una manera disruptiva de marcar la estrategia de una empresa.

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