Ana Maorad tiene una gran pasión, la pintura. Actualmente se dedica plenamente a pintar aunque también ha dedicado parte de su vida a la arquitectura técnica.

Pablo Ferrer en su entrevista nos recomendó hablar con Ana por su arte especial a la hora de pintar.

¿Cómo comenzó tu interés por la pintura?

La verdad es que nunca he tenido mucha facilidad de palabra y como mejor transmito cualquier cosa es a través del dibujo. Con un lápiz mismo, ya te puedes expresar muy bien, lo que tienes más cercano o lo que estás viviendo, puedes expresar lo que quieras. Hice Bellas Artes y después estudié para ser aparejador para poderme ganarme el pan y de esta manera poder desarrollar lo que me gustaba, la pintura.

¿Cómo ha sido tu experiencia como pintora?

En Salamanca, donde estudié Bellas Artes, tuve una gran oportunidad para formarme, no tanto por el tema didáctico y de profesores, sino por la gente que me encontré y por el proceso que viví de autoconocimiento. Me fui por pintura, que era la asignatura con menos porvenir pero la escogí porque luego quería enfocar mi carrea hacia la restauración. Me fui a Milán el último año, que eso fue muy bueno para el aspecto más crítico. La experiencia en Milán  me ayudo a salir de mi entorno, de mi casilla. Este tipo de experiencias te abren horizontes y te das cuenta de que no eres el ombligo del mundo. Hay tantas cosas que contar y de tantas maneras… También ahí coincidió que era la guerra de Kosovo, desde ahí hacían bastantes manifestaciones y me llegó bastante el tema de los refugiados y eso marcó mi forma de pintar, me centré mucho en la mujer y en los niños, que eran los más vulnerables en esa guerra. Lo que pintaba no era, a lo mejor, tan agradecido como lo que he pintado después. No era “tan vendible”, hacíamos más cosas relacionadas con refugiados.

¿Y después de vivir esa experiencia qué hiciste?

Vine a España, me encontré un poco con las puertas cerradas y decidí empezar Arquitectura Técnica porque en Milán había conocido a gente que había hecho arquitectura monumental y me había interesado. También los soportes y los materiales que utilizaba para pintar tenían que ver con arquitectura técnica. Me tenía que ganar el pan. Por ahí me metí y conseguí volver a Italia con otra beca y ahí en Florencia sí que pude compaginar restauración monumental con lo que me gustaba, que era pintar. Estuve viviendo en una villa cerca de Florencia donde estaba restaurando una fuente con un gigante que estaba integrada dentro de una roca. Era como recrear un sueño y vivir fuera de la realidad, la verdad. Ahí también encontré a mi amor, fue todo como muy paradisiaco. Pero luego volví a Zaragoza y empecé a trabajar como aparejador en obra nueva, también trabajé en el Pilar y después me contrataron en el último trabajo en el que he estado hasta ahora. Este último trabajo ha sido un trabajo a media jornada, lo que me ha permitido pintar por la tarde sin tener que dar cuentas a nadie.

¿Y actualmente qué haces?

Dados los tiempos, he tenido casi suerte porque gracias a la crisis me echaron del trabajo. Ahora dedico todo mi tiempo a la pintura. Antes la cuestión de vender la tenía siempre muy al margen y nunca he sido en eso muy práctica. Pero es la parte que menos me gusta. Que tengas que valorar tu obra económicamente…no me gusta. A lo mejor ahora sí que me sé desenvolver mejor, bueno no me queda otra…

¿Dónde sueles pintar?

Suelo pintar en el estudio. Aunque cuando viajo siempre llevo las acuarelas y el cuaderno encima. Y luego con Moñú sí que hemos hecho intercambios y he ido a su local y he pintado con sus instrumentos y su manera de pintar, luego él ha venido a mi local. Es una manera también de intercambiar experiencias.  Te das cuenta de que sigues viviendo en una casilla, que te sientes cómoda ahí pero que hay muchas cosas más.

¿Cómo es tu estudio?

Alquilé primero un local en la calle Heroísmo, pero era un cuchitril y me cambié a otro que reformé a mi gusto. El momento de pintar es mi momento de libertad. El poder desarrollar una actividad dentro de un espacio tuyo, que lo haces a tu manera… ¡no se puede pedir más! Que no exista el tiempo… es como tu rincón. Lo he ido reformando poco a poco y lo he acomodado a mi manera de pintar. Yo pinto al revés que los demás.

¿Cómo se pinta al revés?

En vez de partir de un lienzo y que ese lienzo ya te condicione tu composición, parto de un panel de yeso, encolo mi tela y meto la cantidad de proporción de materiales que creo que van mejor para el fin que busco y ya luego a posteriori ya recorto y veo que composición me gusta más. Esto me da mucha más libertad.  Yo creo que además a lo largo del proceso tienes que estar abierto a cambios e improvisaciones, y no resulta al final como te lo habías planteado. En la facultad te enseñan a hacer tu tela pero partes ya de un formato. Después de partir de una manera tan académica, en Milán lo que hacíamos era coger maderas que encontrábamos en la calle y era eso lo que te guiaba hacia lo que podías hacer. Era el soporte lo que te delimitaba pero era alternativamente, que eso era lo bonito. Jugabas más con el azar porque eran maderas que no sabías cómo estaban tratadas, tenía su emoción.

¿Qué es lo que más te gusta pintar?

Me gusta mucho partir de la figura humana. Cuando viajo también me gusta mucho hacer acuarela. Pero lo que más me ha intrigado hasta ahora es el retrato. Lo mejor es tener a la persona delante porque aunque es una situación más tensa, te permite conocer mejor a la persona y además siempre sale una parte de ti mismo. Es una manera de autoconocimiento. Lo que más me demandan son retratos, sobre todo, de niños.

¿A la hora de exponer cómo te organizas?

Normalmente intento pintar primero y una vez que tengo una serie coherente pues pido la sala. Pero es verdad que como soy tan impaciente, pues muchas veces busco antes el sitio.

¿Se puede vivir de esto?

En este momento hay una diversidad máxima, ahora es cuando iniciamos a interactuar con otras disciplinas. Yo estoy en A54, un estudio compuesto por arquitectos, diseñadores y fotógrafos y llevamos a cabo proyectos conjuntos. A partir de una reforma salen proyectos de reforma de casa donde entramos todos.

Ana Maoradhttp://www.a54insitu.com/es/pintura/id/13