Clara Marta es profesora en la Escuela de Artes de Zaragoza y encabeza una iniciativa llamada “De vuelta con el cuaderno”.

Pedro Pardos en su entrevista nos recomendó hablar con Clara Marta por haber creado una iniciativa tan original.

¿En qué consiste “De vuelta con el cuaderno”?

Es una iniciativa un poco extraña que nació sin ninguna intención de ser nada más que un curso de formación y ha generado todo un movimiento, unas propuestas… ¡un maremoto! Ha ido más allá de lo que yo esperaba en ese momento. Nos juntamos un grupo de personas, dibujamos en comunidad y lo publicamos en internet, en varios blogs, principalmente en Urban Sketchers y en De vuelta con el cuaderno.

¿Quién publica en “De vuelta con el cuaderno”?

Quien quiere. Yo gestiono a los usuarios porque sólo puede haber 100 como máximo pero puede participar quien quiera.

artinCom entrevista Clara Marta de vuelta con el cuaderno

¿Y en qué consistía el curso de formación que generó este maremoto?

Yo llevaba muchos años investigando el papel del cuaderno como herramienta personal de grandes artistas y luego como profesora yo veía que era algo que me permitía ampliar mi docencia y crear un vínculo con los alumnos. Lo que en ese momento me estaba encontrado en internet era gente que trabajaba el cuaderno de viaje, pero tampoco era un cuaderno de viaje… El que mejor lo nombraba era un portugués, que además coincidía en el mismo término que yo, diario gráfico. Yo quería promover el diario gráfico en la enseñanza gráfica superior, casi como una disciplina. Monté el curso con Severino Pallaruelo y eso me daba un respaldazo y me dejaron hacerlo por eso, pero ellos no creían que ni llegásemos a 20 personas que estuvieran interesadas en el cuaderno y sin publicidad nos juntamos 70, de las cuales había mucha gente de España y también portugueses, franceses e italianos. Por ejemplo, los portugueses se han mantenido en las cinco convocatorias.

¿Quiénes impartieron el curso?

Revisé lo que se estaba haciendo en internet y con los primeros que me encontré que estaban trabajando en el cuaderno fue con Urban Sketchers, que acababan de arrancar. Traje a los ponentes que estaban encabezando las listas, por decirlo de alguna manera, en distintos países. Me dediqué a buscar españoles por el mundo y extranjeros en España, porque tenía que solucionar el problema de la traducción. Con ellos vimos cómo estaba el tema del dibujo y cómo el cuaderno íntimo de toda la vida, gracias a internet se podía hacer público. Analizamos también cómo transgredimos ese valor íntimo y lo pervertimos en algo público pero nos hace bien. Yo lo que propuse era dibujar en comunidad. Hasta ese momento lo que se hacía era que los dibujantes dibujaban en su espacio y lo compartían a través de internet. Yo proponía: lo dibujamos juntos y lo compartimos juntos. Esto nació en Jaca y se ha extendido por todo el mundo. Veías 70 personas inundando cafeterías, calles… dibujando juntos. La gente no se quería ir del curso. Y yo dije al estilo “Lo que el viento se llevó”: “Prometo que esto lo mantendré y que voy a intentar convocar de vez en cuando” y la segunda sorpresa fue cuando en octubre, un mes después, convoco en Zaragoza el primer Sketchcall internacional, un maratón de todo el día, y es un éxito.

¿Por qué decides hacer este curso?

Yo me planteo lo del cuaderno porque era una muy mala época para el dibujo, en diseño se había desprestigiado el dibujo y yo en clase ya no podía hacer más… Y dije ¿cómo puedo destacar el dibujo? Y pensé que si ponía en valor el dibujo fuera de clase, mis alumnos lo valorarían, mis compañeros lo valorarías… y ¡Chapó! Así ha sido. Ahora se concibe que el dibujo es la génesis de todo proyecto: de diseño, de arquitectura… de cualquier proyecto plástico. Todo ello nace del papel, de una hoja suelta, de un cuaderno… es mejor que se haga en un cuaderno porque así ves la evolución, se sustenta el sólo, implica una continuidad o una voluntad.

¿Y qué esperabas de este curso realmente?

Lo único que esperaba era poner en valor un utensilio que hemos tenido siempre entre manos, que era el cuaderno, que nos volviésemos a fijar en él tanto a nivel docente como a nivel personal y parece que he descubierto algo, que yo no he inventado por su puesto,  que por lo que sea se ha puesto de moda y ha generado unas expectativas increíbles. Esto no está reconocido pero nació en Zaragoza y lo hemos como puesto de moda y las iniciativas que hemos empezado aquí se están repitiendo por todo el mundo: en Estados Unidos, en Europa… y aquí en España no nos hacen ni caso, y menos en Zaragoza. Hace poco me reclamaron en Sevilla y me tenían como… ¡es Clara!
artinCom entrevista Clara Marta De vuelta con el cuaderno

¿Qué aporta el cuaderno a los artistas?

Cuando lo hice yo pensaba que, sobre todo, lo que se aportaba era una herramienta de trabajo, una herramienta de autoconocimiento y quizá también, de comunicación con los demás. Y después de la trayectoria pienso que el cuaderno es el mejor invento del mundo y que tiene una capacidad de establecer vínculos tremenda a todos los niveles, que como es algo que conocemos todos no genera ningún miedo, ningún vértigo y que te acerca tanto a los niños como a los mayores. Para mí es, sobre todo, un vehículo de comunicación y de convivencia.

¿Y por qué no se usaba?

Lo que creo que ha potenciado el cuaderno es internet porque el problema del cuaderno tanto artístico como personal es cómo lo muestras. Porque si tú como artista enseñas un cuaderno, sólo lo puedes enseñar a doble página, además es carísimo porque es poner en venta 80 obras juntas y enseñar, pero ahora con los medios digitales es facilísimo (se escanea, se puede pasar páginas con los soportes digitales…).

¿Qué proyectos estás preparando actualmente?

Además del curso de verano, como todos los años, ahora he organizado el primer encuentro de dibujantes formato Pechakucha en Madrid el próximo 5 de abril.  Además estoy preparando una próxima quedada llamada “Dibujantes al tren”, nos vamos a subir al tren a dibujar y también “al tren” de las nuevas tecnologías. La idea es arrancar desde Zaragoza, desde el centro de Arte y Tecnología, y llegar al balneario de Alhama de Aragón. Y por supuesto, dibujaremos durante todo el viaje.

Clara Marta – http://devueltaconelcuaderno.blogspot.com.es/