Javier Barreiro es un escritor muy polifacético que lleva dedicando su vida a la literatura desde que era joven.
Jesús Zatón en su entrevista nos recomendó entrevistar a Javier por su arte a la hora de escribir literatura histórica.
¿Cómo comenzó tu pasión por la literatura?
En realidad mi vocación fue desde el principio la literaria, desde muy joven. Mi padre me enseñó a leer a los 3 años y siempre encontré en la literatura un reguero de felicidad. Yo he sido muy vividor y me han gustado todos los placeres, pero podemos decir que todos los placeres tienen alguna contraprestación. En cambio, en la literatura lo único que gastas es tiempo. Por otro lado, te culturiza, te informa, te divierte, te hace vivir otras vidas y te da el placer que te da la belleza de una página bien escrita.
¿Y cómo escritor?
Yo vi claramente temprano que lo hacía bien. Hacía poemas satíricos a mis compañeros y a los profesores y eran muy celebrados. Y muy temprano, muy temprano, con 18 años publiqué un texto sobre Picasso. Y ya he seguido escribiendo toda la vida.
¿Cuál fue o ha sido el autor que te ha marcado?
El primero que me deslumbró fue Sender. Entonces empezó a llegar su obra a España, porque había estado totalmente prohibida. Desde el primer libro que leí me deslumbró y me fui haciendo poco a poco con toda su obra. No sólo por la amenidad de su obra, sino también por su visión del mundo. En Sender descubrí la libertad, el anarquismo, que me pareció a mí la situación natural. Descubrí que leyendo había otras alternativas.
¿Qué características debe tener un escritor?
Uno se dedica a algo, como una especie de determinación, está como marcado. Uno se dedica a ello porque es para lo que vale. Cualquiera no puede ser escritor, aunque ahora haya esa idea democrática de que sí. El escritor tiene que tener cultura proteica. Cultura no sólo es tener información, también significa saber relacionar una cosa con otra. Luego debe tener sensibilidad. Sensibilidad es una cosa que todos creemos tener, pero la gente confunde sensibilidad con que “las cosas me afectan mucho” y no es eso. Sensibilidad es la capacidad de conmoverse ante los estímulos externos, es decir, de disfrutar con la belleza y de sufrir con la desdicha ajena. En general, el escritor no es alguien sensible sino hipersensible. Digo el escritor y también me refiero al artista. Una de las razones de dedicarse a ello es porque el mundo le duele. Y otra cosa que debe tener el escritor es la capacidad lingüística, y con ello, se nace.
De todas tus obras, ¿cuál es tu favorita?
Yo empecé como creador y luego como narrador, pero por las circunstancias de la vida he tenido que escribir todo tipo de libros. Me he ido alejando de la creación, no por gusto sino por practicismo. Desde luego si tengo que elegir algún libro mío, elegiría como cuento “El desastre de nuestras fiestas” y de poemas “Logotomía”.
¿Se puede vivir de escritor?
Hombre, es muy difícil pero sí que se puede. Normalmente completándolo con bolos de periodismo, mesas redondas, conferencias…Pero es un poco angustioso. Yo no sé si lo haría porque las editoriales te obligan a escribir un libro al año y eso tiene que ser muy angustioso. Hay veces que te sale y otras no. Yo preferí el tiempo libre al dinero. Alguna vez rechacé proyectos que habrían cambiado mi vida pero yo no quería ser esclavo de nada, tampoco de la escritura.
¿Qué género literario consideras que está por encima de los demás?
Casi todos los escritores te diremos que el género más alto es la poesía. La poesía tiene un rasgo: o es alta o no es nada. La poesía no se escribe, es la literatura por antonomasia. La poesía te escribe ella a ti. Viene de un estado de exaltación, de hipersensibilidad. Ahí se mezclan una serie de cuestiones. Escribiendo poesía se sufre.
Javier Barreiro – http://www.zaragoza-ciudad.com/jbarreiro/index.htm