Lori Needleman es una fotógrafa estadounidense que se vino a vivir a España por amor.
Santiago Gascón en su entrevista nos recomendó hablar con Lori para que nos hablara sobre como gracias a las Bodas de Isabel encontró el amor en España.
¿Cómo os conocisteis Diego y tú?
Iba yo en uno de mis múltiples vuelos de la Costa Oeste a la Este, cuando en una de esas revistas que encuentras en el bolsillo del asiento delantero encontré un pequeño artículo dedicado a celebraciones especiales para el día de San Valentín, y hablaba de una fiesta que se celebraba en una pequeña localidad de España, Teruel, que recreaba durante todo un fin de semana una historia de amor trágica, que bien pudiera ser incluso anterior a la de Romeo y Julieta.
Por aquel entonces yo trabajaba en la gran industria de los sueños de Hollywood, y aquella historia despertó más que mi curiosidad y no pude quitármela de la cabeza. Así las cosas no tardé mucho y, aprovechando un viaje a Italia para fotografiar la boda de unos clientes, decidí hacer escala en España y acercarme a conocer Teruel y aquella historia de amor…
En aquel momento contacté con Raquel Esteban, directora de la Fundación Bodas de Isabel de Segura, y aunque era el mes de junio y no pude conocer la fiesta ni las recreaciones hicimos una gran amistad. Volví al año siguiente, en febrero, pero no fue hasta mi tercera vuelta a Teruel, en 2007, cuando me asignaron un interprete, que además era fotógrafo también, para que me acompañara durante las fiestas de Las Bodas. Su nombre es Diego –curiosamente como el Amante de Teruel-, y ese año era el fotógrafo oficial de Las Bodas, pues venía de haber trabajado durante un año con Raquel en una exposición fotográfica llamada La Ruta del Amor y que serviría para difundir la tradición y la fiesta en otros muchos lugares (http://www.diegohe.com/exposicion-ruta-del-amor).
Nunca hubiéramos imaginado como la historia de amor de los Amantes de Teruel iba a cambiar nuestras vidas…
¿Cuál es la magia de las Bodas de Isabel?
Desde aquel año, con la excepción del 2008 que estábamos viviendo los dos en Los Ángeles, hemos presenciado todas las celebraciones de Las Bodas de Isabel. Para nosotros es diferente pues vivimos la fiesta muy desde dentro y muy de cerca, gracias a formar parte de lo que llamamos la “familia de las bodas” y gracias al puesto privilegiado del fotógrafo a pie de los escenarios tan cerca de todas las emociones que en ellos se viven. La magia de esta fiesta está sin duda en ese viaje total y absoluto que la ciudad de Teruel hace en el tiempo hasta el siglo XIII. Por tres días todo el centro histórico y todo turolense se transforma en un ciudadano del medievo, los grupos de amigos en las jaimas en cada calle, cada rincón, los olores, los colores, la música, las actuaciones… Cada minuto y cada espacio están repletos de historia y divertimento, y todo y ello, por supuesto, al hilo de la representación principal de la historia de los Amantes de Teruel que va teniendo lugar a lo largo todo del fin de semana. Esta puede ser la magia única e incomparable de la celebración de Las Bodas para cualquiera que se acerque a conocerlas. Pero como os decía, para nosotros tiene además una magia mucho más especial y más cercana pues estamos rodeados de todo el cariño y la amistad de las cientos de personas que –de manera altruista e ilusionada- hacen posible esta fiesta. Estar dentro de la Fundación y sentirte uno más, recibid besos, abrazos, sonrisas y lágrimas, de todos los actores que llevan a cabo la recreación es algo que no puede explicarse y que quizá sea más difícil de ver desde fuera. Son tantas y tan intensas las emociones que afloran en esos días que poder vivirlas de cerca, e incluso capturarlas con la cámara como hacemos, es más que un lujo. Somos una familia, no solo esos días sino durante todo el año, es increíble y maravilloso.
¿En qué ha consistido tu participación en las bodas?
Nuestras cámaras acaban echando humo al final del domingo, el año que menos fotografías hemos hecho –entre Diego y yo- han sido unas doce mil. Nos pasamos tres días mirando por el objetivo, intentando captar cada detalle, cada emoción, cada rostro, cada acontecimiento. Es una labor durísima hasta el punto de que a veces ni entre los dos llegamos a cubrir todo lo que ocurre, pero es un privilegio como os decía, y una auténtica gozada. Luego, también hay tiempo para el relax y la fiesta, cuando llega la noche y se encienden las hogueras.
Bien es cierto que para mí, no se puede quedar solo en lo fotográfico. Las Bodas han marcado un antes y un después en mi vida, he recibido tanto que me siento en la obligación de devolverlo, de tal manera que es para mí casi una obsesión el intentar difundir esta historia, esta fiesta a todo el mundo, y muy especialmente a mis compatriotas en Norteamérica. A través de mi página web (www.lorineedleman.com) así como a través de mis artículos en el Huffington Post, no paro de narrar con la imagen y con las palabras cuanto acontece en Teruel, no sólo durante la celebración de “los medievales” (como les llamamos aquí) sino a lo largo de todo el año. Este ser embajadora de la ciudad de Teruel, y de sus fiestas de Las Bodas –como me describió el Alcalde de la ciudad- me llevó este año a ser nombrada nada más y nada menos que Pregonera de la XVII Edición. Estar en el balcón de la Casa de la Comunidad, contando a miles turolenses y extraños mi experiencia de amor y mi visión de la historia de Los Amantes de Teruel, fue algo inenarrable.
También he de confesaros que andan por ahí intentando subirme a los escenarios alguno de estos años venideros en las recreaciones y así ya creo que no me faltaría hacer de nada en Las Bodas, pero creo que mi castellano tiene que mejorar todavía muchísimo! (risas).
Lori y Diego – www.lorineedleman.com – www.diegohe.com– www.diegoandlori.com