Víctor Rebullida es compositor de música.

Santiago Ríos en su entrevista nos recomendó hablar con Víctor por su arte a la hora de componer todo tipo de música.

¿Qué tipo de música compones?

Empecé a componer música clásica de concierto, luego empecé a hacer cosas para audiovisual, de ahí pasé a hacer música escénica y ahora compongo más para artes escénicas que para concierto. Además me dedico a hacer arreglos, colaboro con la orquesta del Teatro de las Esquinas.

¿Cómo comienzas en el mundo de la música?

Yo entré en el conservatorio con nueve, diez años.  Decidí entrar por un amigo mío, Ernesto. Los dos rascábamos la guitarra en casa y un día me dijo que se metía en el conservatorio y yo dije “pues yo también”. Allí es donde empecé a estudiar música. Yo en el conservatorio iba sorteando un poco el programa, eso antes se podía. Iba buscando lo que más me interesaba e intentaba saltarme lo que no me gustaba. Iba buscando a la gente, a los profesores que más me interesaban y así me fui formando.

¿Cuándo comienzas a dedicarte profesionalmente a la música?

Profesionalmente, profesionalmente nunca. Yo he estado treinta años en una empresa y hace unos años lo dejé y ahora me dedico profesionalmente a trabajar, lo de cobrar… Decido dejar de trabajar porque no me da tiempo a todo, ahora estoy haciendo trabajo musical que no podría hacer si trabajase en una empresa.  Yo siempre he hecho un trabajo profesional, de calidad, pero dedicarme profesionalmente es difícil porque la música no da para vivir. Se exige una calidad profesional pero no nos pagan como profesionales. Pero profesionalmente, entendido como trabajo de calidad, empecé en los años 90 que fue cuando empecé a ganar concursos.

¿Por qué la composición y no otra rama de la música?

Yo empecé en el conservatorio tocando la guitarra pero el escenario no me gustaba, tenía miedo escénico. No me gustaba estudiar pero me encantaba tocar. Y cogí la facilidad de tocar a primera vista, cogía una partitura y la tocaba. Entonces fui conociendo compositores, estilos y miraba partituras de orquesta y llegó un momento en el que me di cuenta de que tocar no me llenaba. Entonces seguí en el conservatorio hasta que llegó alguien de composición y me “adoptó”. Ahora la guitarra la he retomado con la orquesta, toco alguna vez, pero lo que me encanta es componer.

¿Cómo compones?

Depende. Hay dos líneas de trabajo: la que sale motu proprio y la que viene por encargo. La que haces tú, pues haces lo que te apetece. Metes cosas explicables e inexplicables. Como trabajo de encargo, que es lo que más hago, tienes unos condicionantes que los impone el propio medio. En función de lo que es vas viendo el tipo de música, las intensidades que necesitas… Tienes una duración que eso también te condiciona. Y también el tema económico ya que dependerá de ello podrás contar con músicos o no y tendrás que tirar de ordenador.  Hay muchas limitaciones pero te adaptas a cada encargo, al final son años de experiencia y ya sabes cómo ir jugando con lo que tienes. La manera que más me gusta a la hora de trabajar es la interactiva, que la persona que me hace el encargo se implique, aporte ideas y que vaya moldeando.

¿Qué técnicas existen a la hora de componer?

Existen tantos libros como maestros. En el conservatorio te pueden enseñar muchos métodos pero al final aplicas el o los que más te convienen. En mi caso, mi sistema de trabajo se ha expandido mucho. Según el tipo de música recurro a unas técnicas u otras, generalmente te las inventas. Es como cualquier profesión, hay cosas que ya se vuelven mecánicas y hay que parar de vez en cuando para volverlas a poner en análisis. Si algo tiene hoy en día la creación es que todo vale. Antes había más normas que aunque a veces te coartaban también te servían de guía pero hoy todo vale. Ante cada trabajo nuevo te planteas que tienes todo y a la vez nada, entonces tienes que escoger. Es como alguien que hace papiroflexia, tienes un papel y puedes hacer figuras increíbles.

¿Qué tipo de música te gusta escuchar?

Escucho todo tipo de música. Yo escucho todo lo que puedo ya que necesito conocer muchos tipos de música porque me piden trabajos muy variados. Además también es una forma de desintoxicar.  Pero si hablamos de la música que más me gusta tengo que decir que  va por periodos aunque siempre me han gustado mucho las bandas sonoras, pero las de antes. También me gustan mucho los grandes musicales. También me gusta mucho cuando estoy trabajando con el ordenador poner el Spotify e ir descubriendo música. Internet te permite descubrir muchas cosas sin moverte de casa, estás con la venta abierta.

¿Se puede vivir de la música?

Es muy difícil, sobre todo porque desde la transición hemos caído en el error de la cultura gratuita y ahora lo estamos pagando. El público no está dispuesto a pagar, sólo paga por ciertos espectáculos pero por el resto no está dispuesto a pagar. Se ha maleducado a la gente y está acostumbrada a ir a todo gratis. No se dan cuenta de que todas las personas que componen un espectáculo tienen que comer.

Víctor Rebullida – http://victorrebullida.es/;