Todos los días oímos ideas de nuevos negocios, unos triunfan y otros no. Como ya hemos dicho, los motivos para emprender son muy diversos, pero hay que distinguir entre inventar e innovar a la hora de ser emprendedor.
Siempre ha habido emprendedores capaces de innovar, veamos algunos casos curiosos.
En 1975 Gary Dahl se hizo rico vendiendo piedras, eso sí, las metió en una caja con pajitas y adjunto un libro de instrucciones. Escuchando a amigos que se quejaban de sus mascotas, creó el Pet Rock que duró el tiempo suficiente para hacerle millonario.
En 2001 Byron Resse se hizo con una dirección en el Polo Norte y haciéndose pasar por Papa Noell decidió cobrar 10 dólares por cada carta y sólo el primer año ya envió diez mil.
En 2007 un joven neoyorquino, Craig Zucker decidió comercializar el agua del grifo de Nueva York porque era buena y lo hizo embotellándola y poniéndole la etiqueta ‘ Tap’d NY. Purified New York City tap water’.
Estos pueden parecer muy extraños pero hay otros mucho más conocidos como los que vamos a explicar.
El primero de ellos es el caso de Daniel EK nacido en Estocolmo y fundador de Spotify, una aplicación empleada para la reproducción de música vía streaming .
La empresa, que tiene su sede en Estocolmo, Suecia, ha firmado acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music, Hollywood Records y Warner Music entre otras. A diciembre de 2012 cuenta con más de 20 millones de usuarios registrados en los países disponibles de los cuales más de 5 millones son de pago.
www.spotify.com
Podríamos dar millones de ejemplos, que se pueden juzgar como emprendedores e innovadores según criterio. Pero vamos a quedarnos con dos ideas, existen emprendedores que tienen en cuenta al cliente y le hacen parte activa del curioso producto y otros que tienen ideas curiosas en si mismas.
Un ejemplo de emprendedora que cuenta con el cliente es Eumenes , una joven que ha creado una empresa con su propio nombre. Esta empresa italiana nace en 2011 y permite que le cliente pueda ser un nuevo diseñador de su propio ambiente.
www.eumenes.it
Y si de ideas curiosas hablamos tenemos que nombrar a Bre Prettis, el neoyorquino que creó en 2009 MarketBot, una empresa dedicada a fabricar impresoras que reproducen objetos en 3D.
Replicator 2x por un coste aproximado de 2700 dólares puede recrear con la ayuda de la imaginación del creador cualquier tipo de diseño.
La impresora incluye el siguiente aviso «Esta máquina necesita paciencia, conocimientos y sentido de aventura».