Hemos estado esta mañana  en Ibercaja Zentrum en la presentación del estudio ‘Redes Sociales, Social Media y entorno digital en Comunicación Interna’, realizado por el Observatorio de comunicación interna e identidad corporativa de Inforpress con el apoyo de Dircom y Revista de comunicación.

La comunicación interna es un tema que realmente nos preocupa y hoy hemos podido saber en qué situación se encuentra gracias a las explicaciones de  Ricardo Pereda, presidente de Dircom Aragón y de María del Barco, responsable de investigación y comunicación interna de Inforpress.

Los resultados del estudio son muy interesantes y como era de esperar, el aforo completo, pero quizá cabe destacar que aquellos a los que todos recomendaríamos acudir no estaban.

Como apuntaba Ricardo Pereda, ‘nuestros empleados no quieren discursos, quieren diálogo’. Es hora de darse cuenta de que la empresa está compuesta por empleados, los empleados son seres sociales independientemente de lo que opine su empresa.

Son muchas las empresas o los directivos, mejor dicho, reacios por miedo o desconocimiento a usar las redes sociales en comunicación interna. Pero está claro que esto funciona con el esfuerzo de todos. Es imprescindible el apoyo y la utilización por parte de la alta dirección.

Es sorprendente que de las 156 empresas que han dado su visión sobre la adaptación de Social Media y los nuevos entornos digitales a la comunicación interna, hay más del 52% que afirman incorporar acciones de comunicación interna basadas en Social Media. Este porcentaje recoge a las que ya han desarrollado estas estrategias y las que las han planificado pero que todavía no las han llevado a cabo.

Queda mucho por hacer, pero el camino tiene cuatro pasos que todos podemos dar.

Atreverse. Hay que conseguir que la cultura corporativa se alinee con el Social Media.

Comprometerse.  Es un compromiso global en el que los líderes son los primeros que deben  implicarse.

Planificarse. Hay que actuar siguiendo unos protocolos y normas de uso. Transparencia pero con educación.

Evaluarse. Está bien hacer, pero hay que medirse para conocer el impacto, para volver a planificar y para ser capaz de corregir. 

 Nos quedamos con que el reto está encima de la mesa.  Podemos empezar por poner en práctica lo más evidente, dejar que los trabajadores hablen.  Los mejores embajadores de una empresa son los empleados y al final, la gente que escucha, va a creer antes a un trabajador que a un directivo.